"El Estado es el altar de la libertad política que, como el altar de la religión, está concebido con el solo propósito del sacrificio humano".EMMA GOLDMAN
El contingente militar español desplegado en Iraq desde agosto de 2003 hasta mayo de 2004 costó al estado 259,5 millones de euros (43.260 millones de pesetas). El gasto público para I+D en programas militares, que llevaba varios años estabilizado alrededor de los 1330 millones de euros, aumentará un 27% el próximo año, según señala el Informe 2006 sobre los Presupuestos para I+D civil y militar en el Estado español. Ademas de todo este gasto absurdo, estamos en una sociedad en la que se alienta constantemente el miedo social, difundiendo discursos basados en la seguridad y el bienestar de forma sesgada y con tecnicas de manipulación como la publicidad subliminal en informativos etc.
En la calle se sienten de forma desigual los efectos injustos del deterioro y la privatización de los servicios públicos, de la desregulación del mercado del trabajo, cada vez mas precario, y del impulso de políticas de control social: leyes de videovigilancia, identificaciones sistemáticas en cualquier movilización, y detenciones como las de Sergio (en movilizaciones antiglobalización en el 2002), Manu y Daniel (campaña contra la LOU) y Kike (detenido por defender a inmigrantes este año en Lavapiés). Se aplica tolerancia hacia los militantes del PP en el caso Bono y tambien a la xenofobia, y la represión hacia las figuras sociales de la nueva y vieja pobreza, como a quien reclame por sus derechos.
Desde el antimilitarismo no pedimos que los gobiernos se pongan de acuerdo para abolir los ejércitos. Queremos sentar las bases para que las personas exijan y hagan posible esta abolición, y eso no se consigue delegando el poder y votando cada cuatro años. Desde Rompamos el Silencio queremos seguir luchando para llegar a la abolición de los ejércitos, las guerras y sus preparativos, y todo mecanismo de control social. Nuestras voces no estan en los medios pero si en la calle. Y es ahí donde vamos a estar, y queremos que te unas.
Recientemente nos encontrábamos el siguiente titular en internet: “la Escuela de Guerra del Ejército cambiará el rótulo exterior por el nombre del acuartelamiento para evitar más pintadas: vea imágenes de un asalto”. Con el supuesto “asalto” se quiere aludir a la acción directa noviolenta que protagonizaron unas 150 personas en junio del 2006, durante la Semana de Lucha Social “Rompamos el Silencio” (ReS), en la “Escuela de Guerra del Ejército” situada en la calle Santa Cruz de Marcenado.
La noticia explica que “el rótulo exterior que identifica el inmueble será sustituido por otro con un nombre ‘políticamente correcto’: el del acuartelamiento (...). El cambio (...) está motivado por las continuas pintadas que sufre la fachada del inmueble por parte de grupos antimilitaristas. Se quiere evitar, por tanto, reacciones de este tipo que animen a dibujar graffities”. Desde el Eje de Antimilitarismo y Desobediencia queremos recordar que las diferentes iniciativas que se han hecho entorno a la Escuela de Guerra han venido de colectivos muy variados, yendo políticamente más allá que simples “pintadas” y “graffitis” de contenido antimilitarista:
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